lunes, 18 de enero de 2010

Vivir en comunidad


Finalmente se resolvió el asunto de la vivienda, y de la mejor manera posible. Decidimos alquilar un piso entre siete jóvenes que estaremos por allá la misma temporada. Es un alivio tener asegurado un sitio a donde llegar, desde el primer día de nuestra estancia; además es una gran ventaja tener con quienes compartir los gastos generales. Pero siempre queda la reserva de ver cómo serán las relaciones en la casa, porque a pesar de que somos sociales por naturaleza, el género humano se caracteriza por encontrar conflictos hasta en los rincones.

Tengo grandes expectativas, espero que logremos mantener un ambiente agradable, a lo mejor terminamos volviéndonos íntimos amigos y nos recordamos toda la vida. Y si, por el contrario, todo va mal y apostamos por el drama cotidiano, vamos a parecer protagonistas de reality show, y ustedes, queridos lectores, van a tener la primicia de todo enfrentamiento.

Mientras llega el día (menos de dos semanas!) yo sigo con mi vida "guadalajarense": un poco de trabajo, fotos, pasarelas, y convivir mucho mucho con mis seres más queridos, por todo el tiempo que los tendré abandonados. Hasta mis papás se han puesto las pilas para aprender a chatear y mantenernos en contacto. Ah! cómo quiero a mis papases :)

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