viernes, 18 de diciembre de 2009

Paseando las maletas


Desde que tengo memoria, aprendí de mi abuela la mejor tradición de año nuevo que existe: agarrar las maletas y entrar y salir con ellas de la casa tantas veces como viajes se deseen en el año entrante. No por nada mi abuela es la persona que más viaja de la familia.

Este año mis maletas hicieron efecto. Haciendo un recuento, fue un año muy paseado, contando los viajes de trabajo, las salidas con amigos y los paseos en familia. Pero además se hizo el papeleo para el viaje del próximo año, para lo cual tendré que hacer la labor correspondiente con las maletas apenas comience el 1ro de Enero.

¿Alguien desea unirse a la tradición?
Felices fiestas, nos leemos en Enero.

martes, 8 de diciembre de 2009

Navidad


Navidad se acerca y me sabe diferente. Esta vez sí voy a tomar en serio eso de convivir con los seres queridos, no porque antes no lo hubiera tomado en serio, sino porque este año las fiestas decembrinas preceden una larga ausencia.

Voy a extrañar mi casa, pero sobre todo lo que pasa en ella, desde el silbido de mi papá cuando llega del trabajo, hasta el besito de buenas noches de mi mamá; a mi hermano cuando cenamos juntos mientras vemos NatGeo, a mi gato cuando se acurruca conmigo, a mi perro cuando aúlla en la noche; a mi novio cuando nos sentamos en la banquita de la cochera a platicar, o nos quedamos en el estudio a ver películas.

Cada rinconcito con polvo, cada ventana abierta, cada retrato parece estar despidiéndose de mi. Hasta el arbolito de navidad huele más rico que nunca.

Me está llegando la nostalgia...

domingo, 6 de diciembre de 2009

Encontrando casa


Desde un principio, Ana y yo platicábamos acerca de que nos gustaría ir al mismo destino, así que durante todo el proceso nos poníamos al corriente para asegurarnos de que ninguna se atrasaba con los trámites.

Cuando ya era un hecho que nos habían aceptado en la universidad extranjera, una de las primeras cosas que hicimos fue buscar dónde vivir. Claro que no sabíamos ni por donde empezar, pero algunos conocidos nos recomendaron sitios de internet para buscar pisos en renta.

Después de ver muchos anuncios, me encontré con una oferta singular: un apartamento amueblado, perfectamente ubicado, recién remodelado, barato, hermoso... de inmediato me puse en contacto con el propietario, y con Ana, para contagiarle mi emoción de haber encontrado el lugar ideal para las dos. (La expresión que usó ella cuando vio el anuncio fue: "es demasiado bueno para ser verdad, no será un fraude?...")

Intercambié un par de mails con la dueña del lugar, y surgió un pequeño problema: esta persona se había ido del país por cuestiones de trabajo y se había llevado consigo el único juego de llaves; pero proponía utilizar un servicio similar a UPS para mandármelas, y yo a la vez depositaría el pago del alquiler.

En este punto, mi bienamado novio tuvo la iniciativa de constatar si se trataba de un verdadero negocio, o si era sólo una estafa... la respuesta se encuentra en el siguiente link.

Triste... pero nos dimos cuenta a tiempo y aprendimos la lección.
Así que por lo pronto no tenemos casa.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Decidida a saltar el charco


Hace meses que me decidí a conseguir ese intercambio. Sería un largo viajecito, el más largo en mis 20 años. No tenía la experiencia previa de haber pasado una temporada lejos de casa, pero lejos de ser obstáculo, eso fue uno de los principales motores. Me animé a empezar el papeleo y cruzar los dedos... para después cruzar el atlántico.

Pasaron los días hasta que nos llegó la noticia (y digo nos llegó, porque todos en la casa y en la escuela se fueron enterando). Efectivamente, me iba a las Españas. Que todavía no tenía que preocuparme por nada, porque me faltaba más de medio año para partir, pero que me come el tiempo y ya estoy a escasas semanas de treparme al avión y enfrentarme al mayor reto de mi vida.

Y entonces decidí comenzar con esta bitácora para documentar los buenos y malos momentos de una aventura que, oficialmente no ha iniciado, pero ya lleva varios reveses que vale la pena rescatar.

Salud por las próximas viajeras.