jueves, 15 de abril de 2010

¡Bicicleta!

A partir de ayer, al entrar a nuestro piso nos recibe una nueva acompañante: una bicicleta. No puedo ocultar que me lleno de alegría al escribir sobre ella. Karol nos prestó una bici. Aunque estaba correteada, desgastada y sin frenos, Ana y yo nos mostramos dispuestas a hacer los arreglitos necesarios para dejarla utilizable, por lo menos durante los meses que nos restan en Donostia.

No es la bici más cómoda que he montado: es de "carretera", según dijo el técnico. Yo nomás conocía las BMX, las de ciudad, las de montaña y las de carreras. Pero con todo y su manubrio raro, ya me permitió estrenar el bidegorri y cruzarme con los tantos y tantas ciclistas donostiarras, de todas las edades y estilos.

Me acordé de la Vía RecreActiva en los domingos familiares, y de los paseos nocturnos en Guadalajara. Me dio nostalgia, y me dieron más ganas de seguir paseando. Quiero pedalear por la Zurriola, el Paseo de la Concha, la playa de Ondarreta y llegar hasta el Peine del Viento. Después de eso, quién sabe a dónde nos lleve la Costa Cantábrica.


Me tardé en conseguirla, pero ahora que la bicicleta ya está aquí, definitivamente vamos a tener que sacarle provecho. Esas rueditas recién ajustadas apenas se están desperezando...

1 comentario:

  1. recuerdo que me avias contado de las ciclovias dominicales en tu ciudad :D me da gusto que tengas la oportunidad de viajar mucho de conocer mucho y pues divertirte mucho me encanta la idea ! se ve que es muy linda tu ciudad se ve que el clima es agradable y que te favorece ! :D
    tus escritos me dicen mucho me ponen de buenas y me dan lecciones :D
    gracias kar !

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